“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.”
— 1 Juan 3:18
La honestidad es uno de los valores mas preciados por muchos. ¿Qué te molesta mas, una mentira o una espinilla?… La mentira obviamente. El problema es que todos queremos que sean honestos con nosotros, pero ¿Somos honestos con los demás?
Según el diccionario honestidad es:
Honestidad u honradez es la virtud, que se podría definir como decir la verdad, ser decente, recatado, razonable y justo y no mentir. Desde un punto de vista filosófico, la honestidad es una cualidad humana que consiste en actuar de acuerdo como se piensa y se siente.
Luego de comprender el significado de esta palabra, ¿Realmente podríamos definirnos como personas honestas?
En un mundo plagado de apariencias, donde se muestra (muchas veces), una falsa identidad; donde lo importante es lograr que el otro piense de mi tal o cual cosa. En un mundo donde las redes sociales se han vuelto una fachada y el ser humano un títere de la moda y las tendencias; es difícil no caer en la trampa, es difícil no querer mostrarnos perfectos, exitosos, felices, dichosos… cuando en realidad no sea así.
Como creyentes debemos cuidar nuestros corazones. Tenemos que estar pendientes de nuestras motivaciones y conscientes del para que o quien hacemos lo que hacemos. Toma unos minutos y pídele al Espíritu Santo que examine tu corazón, que te muestre si hay en ti camino de perversidad (deshonestidad) y ruégale que te guié por el camino correcto.
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.”
— Salmo 139:23-24
Escrito por: Glennys E. Carela
Esta publicación es parte de nuestra serie devocional titulada SIENDO HONESTAS. Puedes descargar aquí la plantilla de lectura bíblica y unirte a nuestro estudio. Busca las demás reflexiones con la etiqueta honestidad según el mundo.
Estudio Devocional
Siendo honestas