La fantasía es un elemento que nos ha acompañado desde siempre. Desde las primeras películas que vimos en nuestra niñez, o alguno de los primeros libros que llegaron a nuestras manos, la fantasía ha sido un canal para contarnos reconfortantes e inspiradoras historias.
Sin embargo, la fantasía y el contenido que engloba a esta no ha sido siempre bien recibido en el ámbito cristiano.
Usualmente, se suele vincular el uso de la fantasía dentro de un terreno secular que, en su misticismo, transmite un mensaje más pagano que cristiano. Sin embargo, ¿Es correcto considerarla de esa manera?
Nosotros compartimos la idea que la fantasía y todo lo que se puede crear al emplearla, puede ser un vehículo excelente para llevar mensajes trascendentes de la verdad bíblica. Un ejemplo, por demás conocido, es el del teólogo, escritor, académico, C.S Lewis, famoso por sus obras apologéticas y filosóficas, y además por ser el autor de la saga de “Las Crónicas de Narnia”, una maravillosa obra que nos sumerge en un mundo fantástico presentándonos el mensaje de salvación y otras verdades bíblicas de una manera profunda, pero a la vez viable.
Creemos que parte del mérito de ello lo tiene el buen manejo de los elementos fantásticos que hiló en su narrativa. Lewis no limitó el uso de lo fantástico a un terreno secular, como muchos cristianos probablemente piensan que debe hacerse, por lo contrario, este puede ser uno de los mejores medios para hacer llegar La Verdad.
Pensemos por un momento en un cuchillo. Sabemos que el cuchillo en sí mismo no es bueno o malo, simplemente es una herramienta. Una herramienta que bien puede ser empleada para rebanar un pedazo de pan, o para atacar con alevosía a una persona.
La importancia está en el uso que le da la persona que lo emplea: pues, es así también con la fantasía
Daniela Dolores
La importancia está en el uso que le da la persona que lo emplea: pues, es así también con la fantasía. ¿Nos está prohibido usar grifos, centauros o demás seres solo porque pertenecen al terreno de lo fantástico? No, son parte de nuestras herramientas para contar historias, historias que tengan el propósito de revelar el corazón de Dios al mundo. Actuemos en libertad. Aquella libertad que es guiada por Su Santo Espíritu, y tejamos hilos de historias que conmuevan con verdad.
Escrito por: Daniela Dolores