Somos olvidadizos, mejor recordemos.

Jesús supo lo que hablaban, así que les dijo: —¿Por qué discuten por no tener pan? ¿Todavía no saben ni entienden? ¿Tienen el corazón demasiado endurecido para comprenderlo? “Tienen ojos, ¿y no pueden ver? Tienen oídos, ¿y no pueden oír?” ¿No recuerdan nada en absoluto? Cuando alimenté a los cinco mil con cinco panes, ¿cuántas canastas con sobras recogieron después? —Doce—contestaron ellos. —Y cuando alimenté a los cuatro mil con siete panes, ¿cuántas canastas grandes con sobras recogieron? —Siete—dijeron. —¿Todavía no entienden?—les preguntó.

Marcos 8:17-21

Jesús, luego de hacer un milagro y alimentar a más de cuatro mil personas, cruza al otro lado del lago con sus discípulos quienes estaban preocupados por no haber llevado pan. Cuando Jesus comienza a hablar de levadura, los discípulos asumieron que Jesús estaba molesto porque ellos no llevaron comida. La verdad es que no. 

Jesús aprovecha la ocasión para recordarles lo que anteriormente había realizado: multiplico dos veces unos cuantos panes para toda una multitud. ¿Todavía siguen dudando de mi poder? Los discípulos acababan de presenciar un milagro, como Jesús multiplicó los panes y peces. Aun así, dudaron del poder del Señor para sacar pan de donde no hay. 

¿Te suena familiar? Hemos presenciado milagros asombrosos en nuestras vidas y aún así dudamos. Dios ha provisto para nuestras necesidades y seguimos dudando de su cuidado. Dios ha cambiado en nosotros actitudes que pensábamos imposibles, seguimos dudando de su obra redentora en nuestras vidas. ¿Todavía no entendemos?

Reflexión: Iniciemos este día agradeciendo a Dios por sus bondades, por los milagros que hace cada día en nuestras vidas.

Oración: Señor ayúdame a recordar siempre tu bondad. Que mi mente y corazón siempre entiendan que eres y siempre serás mi proveedor. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Contra

cultura