Lo que hacemos antes de...

Para muchas chicas el domingo es un día de descanso, literalmente; nos levantamos relativamente tarde, pocas veces desayunamos, salimos corriendo a la iglesia y luego llegamos a nuestras casas, comemos y listo... reposamos hasta el otro día.

En realidad, pienso que el día del Señor debe ser mucho más que asistir a la iglesia. Hoy quiero compartirte algunas cosas que me han ayudado a recibir con un corazón más alegre la palabra de Dios.

Preparando nuestra mente y corazón

Inicia la noche anterior justo antes de dormir, continúa las primeras horas de la mañana, antes de ir a la iglesia y en el camino.

1. Lee una porción de escritura que exalte la grandeza de nuestro Dios, medita en ella y recuérdale a tu mente porque es importante congregarte.

2. Antes de dormir pídele a Dios que te permita tener un buen descanso; que tus fuerzas sean renovadas para poder estar mañana en la iglesia.

3. Al día siguiente, aparta un tiempo para meditar nuevamente en la palabra; aprovecha las tempranas horas de la mañana donde todos duermen.

4. Ora a Dios, esta vez pidiendo que sensibilice tu corazón a la palabra (cantada y hablada); que no te distraigas con nada (celulares, sonido, pensamientos), ni nadie (el grupo de alabanzas, el predicador, el chico que te gusta).

5. Canta y medita en una canción que te ayude a prepara tu corazón. Yo utilizo esta: Muestra a Cristo.

6. Camino a la iglesia escucha canciones Cristo céntricas, medita en ellas. (Por ejemplo estas)

Preparando nuestro cuerpo| Inicia la noche anterior.

1. No cenes muy tarde ni muy pesado, esto en lentece tu digestión y probablemente no puedas dormir muy bien. Estarás cargando tu cuerpo de una energía que no utilizarás, te irás a dormir.

2. No hay nada mejor que una ducha caliente antes de dormir, te ayudará a estar más relajada y lista para descansar.

3. Saca y prepara la ropa que usarás; así te evitas el corre corre y el ¨no sé que ponerme¨ en las mañanas.

4. Mientras preparas tu espacio para meditar en la palabra de Dios y orar, escucha música suave o un instrumental de tus himnos favoritos. Esto preparará aún más el ambiente.

5. Aléjate de todos los aparatos electrónicos antes de iniciar tu tiempo devocional, esto evitará distracciones. No los retomes justo antes de dormir y evitarás el insomnio.

6. La mañana siguiente, antes de tu hora silenciosa (así llamo mi tiempo devocional) toma una ducha fria, esto te despertará; algo que es muy difícil de hacer un domingo temprano.

7. DESAYUNA, es la comida física más importante del día. Si no lo haces estarás más pendiente al hambre que a la predicación.

    

Durante el servicio: 

1. Aparatos electrónicos en modo: no molestar.

2. Toma nota de todo lo que sucede; escribe los títulos de las canciones cantadas, toma nota de los puntos, versículos y frases usadas por el predicador.

    

Después del servicio:

1. Repasa las notas que tomaste y medita en ellas.

2. Involucra a tu familia o a alguna amiga creyente y compartan lo aprendido ese día.

    

Es mi deseo que podamos usar estas pautas siempre, no sólo para un domingo; también para una conferencia, un estudio bíblico, taller, charla... en fin. Que Dios nos ayude a preparar nuestras mentes, corazones y cuerpos; para que seamos esas mujeres que Él desea que seamos.