Ansiedad: un túnel oscuro

¿Y ahora qué? ¿Qué sigue? No puedo ver nada, todo está oscuro, miro adelante y sé que debo seguir caminando, pero mis ojos no logran ver.
Estrujo una y otra vez mis ojos con esperanza de ver que hay delante de mí, pero no cada vez es más oscuro; No sé qué hacer.

Solo me hecho al suelo y lloro. Si, lloro a mares porque no entiendo como llegue aquí. ¿Qué camino seguí? ¿Dónde? ¿En qué momento no vi las señales que me indicaban que estaba entrando en este túnel oscuro?
Al verme aquí sola, a oscuras y sin saber a dónde ir, tirada en el suelo, siento como el pecho me duele. Las lágrimas corren por mis mejillas, mi respiración se acorta y me repito una y otra vez “Tranquila todo estará bien, tu puedes, eres fuerte”


…Por mi mente pasan pensamientos que me hunden más y más, trato de controlarlos pero mientras más intento salir más me hundo.

Los Ataques de Pánico o Crisis de Ansiedad son períodos en los que se padece, de una manera súbita, temporal y aislada; un miedo, temor o malestar intenso, con una duración variable de minutos a horas.

Generalmente aparecen de manera inesperada, y pueden alcanzar su máxima intensidad en unos 10 minutos. No obstante, pueden continuar durante más tiempo, si se desencadenan debido a una situación de la que la persona no es o no se siente capaz de escapar, lo que puede generar desesperación.

Hablamos de algo REAL

La mayoría de los jóvenes (cristianos o no), sufren de ataques de ansiedad. Como consecuencia de decisiones o situaciones (actuales o pasadas), son confrontados con sus propios pensamientos, sobretodo si las consecuencias son para toda la vida.

Para muchas personas esto es algo así como una moda (ejem: la bipolaridad hace unos años), no sabiendo que es una situación complicada y muy delicada, confunden estos trastornos y piensan que los afectados deberían sobreponerse a los síntomas usando tan sólo la fuerza de voluntad. El querer que los síntomas desaparezcan no da resultado, pero reconocer la soberanía y control del Señor en nuestras vidas, depositando en ÉL la toda frustración sin duda nos ayudara.

El origen del miedo y la incertidumbre

Los seres humanos en algún momento hemos tenido miedo, desde que el pecado entro a nuestras vidas debemos vivir con estas luchas. Experimentamos el miedo cuando reconocemos que no tenemos poder o control de lo que pasará en nuestras vidas, familia, trabajo etc. Muchos personajes bíblicos tuvieron miedo en algún momento, pero reconocieron el poder y amor de Dios, prefirieron confiar antes que temer.

Entonces el Señor dijo a Moisés: No le tengas miedo, que en tu mano lo he dado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra.”
— Números 21:34

¿Cuántas veces has estado en el túnel?

¿Cuantas veces hemos estado en situaciones como estas, en las que la vida se nos viene arriba, en las que percibimos que no hay final? Lo bueno es que a pesar de todo esto podemos tener la certeza de que el Señor está y estará con nosotros en ese momento y hasta el fin del mundo, su palabra no se equivoca.

Por más oscuro que este el lugar donde te encuentres ten fe de que Dios está contigo pues el nos prometió que NUNCA se apartaría de nuestro lado, CREE y lo sentirás ahí justo a tu lado y recuerda siempre que “Cuando más oscuro parece, es cuando está apunto de amanecer”, abre tus ojos y deja que los rayos del sol te atrapen.

Aun cuando parece que este túnel no tiene salida y solo hay oscuridad, hay una esperanza gloriosa que brilla del otro lado.

Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.”
— Deuteronomio 31:8

Escrito Por: Merilin Rodriguez

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