Hoy hace exactamente una semana, recibimos la desgarradora noticia de la muerte de nuestro querido pastor y esta noticia fue la que terminó de rebosar el vaso, agregando una dosis de dolor a todo lo que he venido cargando durante meses. Ahora ¿Qué hago? ¿Podré llevar todo esto yo sola? ¿Me quedo en la letanía que he estado o me aferro a la fuerza que solo Dios puede dar?.
La respuesta es fácil ¿No?, pero hay un detalle muy importante y que hace todo mucho mas difícil: Accionar.
El sufrimiento no es algo ajeno al ser humano, todos en alguna medida hemos sufrido y lamentablemente vamos o estamos sufriendo.
Muchos, en su afán de dar mas importancia a sus padecimientos afirman que si eres joven, vives con tus padres y no tienes cuentas que pagar no tienes porque estar sufriendo, no tienes problemas y tu vida es todo color de rosa. Están totalmente errados y es una pena que piensen de esta manera; si entienden que no tienes problemas, no te van a ayudar.
Nadie está exento de padecer, desde que el pecado entró en la vida del ser humano el dolor y el llanto se unieron al combo (Gn 3:1-24).
No podemos evitar el sufrimiento por mas que queramos, pero si podemos elegir como actuamos frente a esas situaciones:
Negar lo que esta sucediendo (hacerte la chiva loca):
A veces inconscientemente elegimos esta opción, nuestra mente nos afirma que “es mejor negar la realidad que enfrentarla”. El problema con esta opción es que al final (tarde o temprano debemos hacer consciencia de lo que esta sucediendo).Andan y Eva, luego de comer del fruto, intentaron hacerse los chivos locos. Buscaron donde esconderse, usaron hojas para cubrir su desnudez e intentaron engañar a Dios, no sabiendo que se engañaban ellos mismos (Gn 3:7-10). Lamentablemente cuando elegimos esta opción es imposible para otros ayudarnos, decimos que todo va bien, que estamos en victoria y bla bla bla, pero revisemos nuestro corazón por un momento: ¿Hay orgullo en mi? ¿Me avergüenza mostrarme vulnerable? ¿Me avergüenza recibir ayuda?
Aceptar la realidad, pero con actitud de mártir:Sabemos que estamos bajo prueba y que el dolor es inevitable, pero comenzamos a “tirarnos al muerto”. Nos aseguramos de decirle a todo el mundo lo que nos sucede, exageramos detalles, unas lagrimitas por aquí y otras por allá; pareciera que nuestro objetivo principal es dar lastima. OJO: No estoy diciendo que todo el que actúa de esta manera lo hace con esa intención, pero debemos revisar bien nuestro corazón y pedirle a Dios que quite de nosotros cualquier indicio de auto-compasión; esto no es mas que orgullo disfrazado.
Hagamos estas preguntas: ¿Cuál es mi intención al decirle lo que me sucede a esta persona? ¿Me preocupa mucho que el otro vea que estoy sufriendo? ¿Es mi intención ser el centro de atención y que estén hablando de lo mal que estoy? Cuando estoy siendo tentada a tomar esta actitud recuerdo a aquel fariseo que se aseguró de que todos se dieran cuenta que ayunaba, pero al final solo quería ser admirado por lo que hacia; ser el centro de atención.
Esta es la opción que he tomado durante los últimos meses y lamentablemente no es la actitud correcta. Estamos sufriendo, lo aceptamos, pero pensamos que no hay vida después de ahí. No trabajamos de manera efectiva y vehemente con todo lo que Dios a puesto en nuestras manos, centramos nuestras energía en entender lo que sucede y/o nos sumergimos en un estado depresivo tan profundo que dejamos de cuidar hasta de nosotras mismas.
Aunque, muy probablemente no andemos por ahí como aquel fariseo que les conté, esto también es un estado de auto-compasión y es necesario hablar con alguien maduro en la fe y de confianza sobre esto, antes que nos causemos daño o a otros. Analicemos nuestro corazón: ¿Estoy dejando que mi mente me haga sentir peor de lo que ya estoy? ¿Estoy descuidando de mi higiene y cuidado personal? ¿He olvidado donde está mi esperanza? ¿He descuidado mis ministerios y trabajos? ¿Solo quiero estar sola?
Acertaste, esta es la opción adecuada en los momentos de angustia, pero como les dije al inicio: no es la mas fácil de tomar. Es difícil para el creyente esperar en Dios y dejar que El sea el que guié todo lo que sucede alrededor, porque la mayoría de las veces (siempre en realidad), no entendemos lo que está haciendo y ¿Cómo confiar si no entendemos absolutamente nada?.
Hace apenas unas semanas Dios me hizo comprender que El no me ha pedido que entienda lo que está haciendo, El quiere que yo confíe plenamente en sus planes, que descanse en su soberanía y que recuerde que mi esperanza está en El.
“El sufrimiento te afectará siempre, lo importante es reconocer si estas actuando mal frente a el y hacer los ajustes de lugar. Recuerda Dios está con nosotros todos los días, El solo quiere que confiemos en sus planes soberanos y que no desmayemos. Sigamos trabajando para El, no importa lo que venga, El es nuestra roca firme.”
Glennys E. Carela
Escrito por: Glennys E. Carela
Cuanta bendición en este escrito.. ver qué no se trata si estas en prueba, tribulación y tentación. Lo importante es cómo está la reaccionando ante ello.
El aceptar la realidad y esperar en Dios nos traerá gozo en medio del dolor, nos traerá paz en medio de la tormenta. Que hermoso cuando podemos experimentar el fruto del espíritu, en plena adversidad.
Dios te bendice!
Así es. Esperar, confiar en Dios nos dará una paz y gozo inexplicable, aún en medio de la dificultad.
Dios te guarde.
Lo ame....
Debemos aprender a ver a Dios en cada situación que se nos presente, no es fácil pero es necesario♥♥