Seamos sinceras, entras a este blog y no tienes ni la más mínima idea de como empezó ¿cierto? . Pues en estas pocas líneas te contaré un poco sobre este proyecto.
A principios del este año participé en una de las conferencias-talleres que organiza mi iglesia local en ese entonces: “Dios sana el Corazón 2016”, el tema central era (como cada año) la consejería bíblica y el título fue la depresión. ¡Sasss depresión, eso no es para mí! (Fue lo primero que pensé), pero nunca iba a imaginar lo que Dios tenía para mí.
Recuerdo que no había preparado mi corazón para este tema; más bien, oré por algunas personas que sí estaban en depresión. Pedí a Dios que les iluminara, que hablara a sus corazones y que me capacitara a mí para ayudarles; no sabiendo que quien necesitaba iluminación era yo.
Desde el primer día Dios fue ablandando mi corazón, trayendo a mi mente cada aspecto de mi vida que había rehusado entregarle. Lo primero que me hizo entender fue "para aconsejar debo ser yo primero la aconsejada", debo buscar cada día el consejo de Dios en su palabra, debo dejar que Él me perfeccione, debo entregarle a él cada área de mi vida. Lamentablemente mis estudios personales de la palabra y mi relación con Dios eran un desastre; estaba olvidando lo importante que es el alimento espiritual sólido, estaba yendo tras comida chatarra.
La depresión es más un problema del corazón que un problema psiquiátrico; eso fue lo segundo que entendí. Muchas veces el pecado, el estar alejadas de Dios, nos mantienen en un estado constante de tristeza, desánimo y desesperanza; claro, también puede o no existir un componente psíquico, pero primero, debemos evaluar nuestro corazón. Con todo lo que pasa a nuestro rededor ¿Cómo no estar deprimido? Los malos progresan, los inocentes mueren, los injustos son libres... (Podría seguir toda la semana), pero la diferencia está en cómo yo actúo frente a esas cosas que me abaten, me entristecen, me atemorizan. Si mi corazón no está rebosado de la palabra de Dios, si mi relación con Dios no existe; entonces, yo no podré enfrentar las pruebas que me zarandean de una forma sabia e íntegra (y sí que estaba quemada en todo eso ya).
Dios me mostró la necesidad tan inmensa que tengo de Él y sú palabra, me mostró de una manera inexplicable que yo no iba a poder realizar nada por mis propias fuerzas. Mi vida hasta ese momento estaba "bien" pero en realidad no; estaba metida en una vida de religiosidad, donde buscaba "hacer" (trabajos, ministerios, actividades) , en vez de "ser" (tener una relación personal con Él, depender única y plenamente de Él). En ese preciso instante, cuando yo fuí confrontada con mi pecado, cuando ví su inmensa misericordia para conmigo; no tuve otra opción que rendirme a sus pies y derramar mi corazón delante de Él.
Mi transformación fue tan grande, me sentí liberada de años de ataduras. Luego de 12 años de ser cristiana experimenté una paz, un consuelo, un avivamiento que solo Dios y su Espíritu pueden dar. Sí, me conviertí a la edad de 14 años y creo fielmente que desde ese momento fuí salva; lo que experimenté hace unos pocos meses atrás fue lo que Dios le pedía a la iglesia de Efeso: "vuelve a tu primer amor" (Apocalipsis 2:1-7)
Bueno chicas, Así como yo regresé a ese primer amor, así como experimenté (y experimento) esa plenitud en Cristo; quisiera que cada una de ustedes lo experimentara. Si no son creyentes, que puedan ver y conocer al Dios al que sirvo; si lo son, que puedan decidir hoy regresar a ese primer amor.
De eso se trata este blog, de chicas que están decididas a vivir vidas que reflejen el evangelio de Cristo; chicas que no se dejan influenciar por este mundo... Chicas Contracultura.
Este post fue escrito originalmente en el 2016 y estoy sumamente sorprendida de lo que Dios está haciendo desde entonces en mi vida y en la de muchas otras. Rogamos a Dios que nos siga dando fuerzas para continuar sin desmayar.
Un mega abrazo.
Gloria al Señor! Que ese siempre sea nuestro anhelo, vidas que reflejen a Cristo, su evangelio.Dios te siga bendiciendo.
Amen!
Dios te bendiga cada día y llene de sabiduría tu vida y te permita seguir siendo de bendición.
Amén hermana!!